Jaquemate

Éramos dos peones negros que iniciaron su camino paralelo al mismo compás. Siempre nos repetíamos que ni las torres, ni el alfil blanco, se interpondrían en nuestro camino, por más dominantes que fueran, u ofensivo fuera su juego. Seguiríamos nuestros propios pasos, uno tras otro. Nunca llegué a pensar que apenas consiguiendo pasar la mitad del tablero, te volverías, y vería como el color de tu tez se aclaraba. Resultó que desvelaste toda la jugada, apenas habíamos comenzado, me despiste tan solo un segundo...y te habías ido. Me habías traicionado, te cambiaste de bando, y allí me quede, sólo.
Un simple e innecesario peón, viendo pasar la partida, al margen de los jugadores. Ni siquiera el caballo blanco se molestó en acabar conmigo. Desplazado, observe como tu ejército amenazaba mi rey. Todo quedo en suspenso. Los jugadores se tomaron un descanso.
Y yo sigo aquí, a la espera del fin, llorando tu ausencia tras mi yelmo de caballero.

"Recorre a menudo la senda que lleva al huerto de tu amigo, no sea que crezca la maleza y te impida ver el camino" 
Proverbio Indio

3 comentarios:

  1. un texto bastante profundo!!
    cuando crees que esos amigos te seguiran hasta el final..
    un beso amor te sigo!
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  2. Un autentico juego de ajedrez en el amor! :) escribes desde el corazón y eso
    me encanta.. desde ya te estoy siguiendo!! besos desde coco teen.

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  3. espero que la espera se haga corta buena y original entrada,
    Besos y gracias por comentarme en mi blog, significa mucho para mi cada comentario. :)

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